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No espero que sea un sitio cómodo, pues ha de ser ágora para todo aquel que, -como yo- sienta que hay algo que decir respecto a nuestra situación actual como sociedad y su devenir; la historia y sus posibilidades en este año, después de los festejos del Bicentenario y empezando el final del sexenio de Calderón y su Guerra, la cual está comenzando a extenderse más allá de lo que habían planeado y con el cambio de estafeta a la vuelta de la esquina... así que estamos entrando a un callejón sin salida... vamos a ver hasta donde topamos.

jueves, 19 de julio de 2012

Las Realidades de México I

          En esta nueva serie, bajo el nombre de "Las Realidades de México", trataré de abordar cuestiones específicas de nuestro presente, para tratar de abonar algo a nuestro futuro, sin perder de vista la impronta de nuestro pasado, que sigue atrapándonos en un círculo vicioso, en lugar de ser referente para continuar con la construcción de la nación que buscamos.
Han pasado casi tres semanas de nuestro proceso electoral Federal, y las realidades que se perciben respecto al mismo distan mucho de coincidir unas de otras.
          Ciertamente, no se puede hablar de "una" realidad, porque son percepciones que pertenecen a cada individuo, o grupo de individuos que comparten ideas comunes; sin embargo, existen estas percepciones comunes que ayudan a las personas a encontrar puntos de coincidencia para su acción colectiva; y eso les hace (nos hace) agruparse(nos) en Partidos Políticos o asociaciones afines a lo que pensamos y en lo que creemos. Desafortunadamente, en nuestro país, para una parte de los ciudadanos los Partidos Políticos han dejado de representar un opción para dar salida a sus inquietudes políticas, puesto que éstas Instituciones ya no son más los voceros de las necesidades de los mexicanos. Es la PARTIDOCRACIA y es una de las realidades que hoy debemos analizar.
         Una muestra de este desencanto son los elevados índices de abstencionismo que registran los procesos electorales contemporáneos en nuestro país, que contrastan con los grandes recursos económicos que se dedican para organizarlos, y garantizar la transparencia y legalidad en los mismos construyendo un sistema electoral como pocos en el mundo, dado nuestra historia de desconfianza en el proceso y sus resultados.
           Al día de ayer, 18 de julio de 2012, por fin se aprobó una Reforma Política, la cual era una asignatura pendiente en el Congreso de la Unión; y aunque consigna avances importantes como la consulta y las candidaturas ciudadanas, aún queda a deber en el ámbito de los plurinominales, los recursos económicos asignados para cada partido político, y la reelección, asuntos de la máxima importancia para el avance político de los Estados Unidos Mexicanos, que debe YA vivir en una realidad distinta, propia del siglo XXI, dejando de lado los atavismos que nos sujetan como una piedra de ancla al pasado, y no nos dejan avanzar a la conformación de un Estado más moderno, donde los ciudadanos encuentren cauce a sus inquietudes políticas y vean plenamente satisfechas sus demandas en el presente y hacia el futuro
PLURINOMINALES.
               Sigue siendo una necesidad insatisfecha la de eliminar TODOS los cargos plurinominales. Ya lo he manifestado en una entrada anterior. La existencia de plurinominales NO abona nada al progreso democrático de nuestro país. ¿Cómo puede ser muestra de democracia el que llegue alguien a un cargo público sin haber pasado antes por el necesario filtro de una elección?
             Esa es una auténtica demanda ciudadana, puesto que ya hemos visto como todo tipo de personajes, que nada tienen que ver con el propósito de atender las necesidades de la gente, llegan a los cargos plurinominales sólo para atender las "líneas" que les marcan desde las dirigencias de sus partidos o atienden a sus muy personales agendas e intenciones, dejando de lado lo que el pueblo requiere, trabando los acuerdos y las negociaciones, puesto que NO sienten la necesidad de rendir cuentas de su gestión a los ciudadanos, puesto que no fueron sus electores, y si frente a sus partidos o dirigentes, que atienden a cuestiones personales o necesidades del momento para inscribirlos en las listas correspondientes,  así, sin el desgaste, prueba y cedazo que representan una campaña para obtener el sufragio, llegan al Congreso de la Unión, el Senado de la República, los Congresos Estatales y los Ayuntamientos municipales.
FINANCIAMIENTO  A LOS PARTIDOS POLÍTICOS
             En el ámbito del financiamiento a los Partidos Políticos, debe ser, no sólo posible, sino necesario, que los ciudadanos ya no tengamos que mantenerlos, sino que estas mismas Instituciones busquen sus propios canales de financiación (legales por supuesto); por el mero expediente de que su manutención y permanencia les cuesten a sus propios militantes y simpatizantes. Así, sin más. Ya estamos cansados de mantener partidos que NO representan más a los ciudadanos, sino a sus propios intereses.
             Debe ser fundamental que sea a través de este filtro que los mismos votantes elijan que partido prefieren y si desean contribuir a la existencia del mismo, y que este justifique su permanencia a través de la rendición de cuentas y resultados, de frente a sus votantes y patrocinadores, y lo mismo debe  aplicarse a los candidatos que decidan competir por un puesto de elección popular: si desean competir, que obtengan, vía las simpatías de los votantes, sus propias recaudaciones para llevar adelante sus campañas, y debe legislarse al respecto, puesto que no es posible que con el dinero de los contribuyentes se mantengan campañas tan largas y costosas. Que se prueben y obtengan la preferencia a través de donaciones, o que renuncien y desaparezcan por falta de ellas.
REELECCIÓN
               Otro de los grandes problemas es el de LA REELECCIÓN. Si , así, con mayúsculas puesto que mayúsculo es nuestro problema al no querer superar un atavismo del siglo XX, y todavía lo tiene como divisa el gobierno mexicano: "Sufragio efectivo, no reelección".
         Ya basta de atarnos a el ancla que representa el concebir la no reelección como algo fundamentalmente malo, maldito, innombrable, pecado pernicioso, perdición de la democracia.
             Creo que ya hemos avanzado lo necesario para considerar que la reelección es necesaria para hacer progresar al Estado mexicano, y contribuirá al Servicio Político Profesional. Necesitamos que los ciudadanos interesados en trabajar en la política, y aspiren a reelegirse, obtengan y nos beneficiemos todos, de pasar en primer término por el filtro de una elección democrática, compitiendo contra otras opciones y demostrando que es la mejor para representarnos. En segundo lugar, que vía las simpatías que despierte y el interés de los ciudadanos por ser representados, obtenga sus fondos para desarrollar su campaña de las propias contribuciones de los votantes o asociaciones formadas por los simpatizantes para conseguir sus recursos. En tercer lugar, que si su desempeño ha sido satisfactorio para los ciudadanos, que SOMOS los patrones de nuestros gobiernos, se les dé la oportunidad de continuar desarrollando su labor, reeligiéndose cuantas veces sea posible o necesario y siempre de acuerdo con la satisfacción de los votantes, que expresarán la misma al emitir su sufragio en las siguientes elecciones.
            Eso es lo que debemos pensar y exigir se tome en cuenta; romper los intereses creados eligiendo representantes que pongan en sus agendas de trabajo estos temas para sacarlos adelante, y contribuyan a la construcción de la Democracia que exigimos AHORA. Una AUTÉNTICA REFORMA POLÍTICA YA.